La protección internacional se refiere a la protección y asistencia que un país brinda a personas que huyen de su país de origen debido a persecución, conflictos armados, violencia generalizada, violaciones de derechos humanos u otras situaciones que pongan en riesgo su vida o libertad. Esta protección puede ser otorgada en forma de asilo, refugio o protección subsidiaria, dependiendo de la situación específica de cada individuo y del marco legal del país receptor.

El asilo es concedido a personas que pueden demostrar un temor fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social particular. El refugio se otorga a personas que no cumplen los criterios de asilo, pero que aún enfrentan riesgos graves en su país de origen. La protección subsidiaria se concede a personas que no cumplen los requisitos para el asilo o el refugio, pero que aún enfrentan riesgos significativos si regresan a su país de origen, como tortura o pena de muerte.